miércoles, 29 de octubre de 2008

Permiso por favor! II

Si fuera la inspectora de una línea de colectivos cobraría pasaje a la persona, a su bulto, y a sus mascotas, por cada bulto un pasaje, por cada gallina doble pasaje (porque cagan dentro del colectivo y cacarean al son de los bocinazos), así dejan de ser cachivacheros.
Se aceptan huevos como parte de pago.

Anécdota 1:
Mes de Enero, calor de 58 grados a la sombra.
Volvía del trabajo al medio dia, me senté en la hilera de un asiento por que del doble daba el sol, y no tenía ganas de incinerarme.
En uno de esos momentos que el sueño gana al calor, me perdí en él y quedé dormida con patas tendidas. De un susto despierto sobresaltada, y encima de mi cuerpo estaba una mujer inmensa toda sudorosa con sus gallinas diciéndome: Perdón che memby, me tropecé.
Quise convertirme en un Power Ranger y teletransportarme a otra galaxia, con menos calor y sin gallinas.

Anécdota 2:
Mes de Setiembre, mañanita primaveral.
Parada una vez más en el colectivo pero con el suficiente espacio en el pasillo como para lucirme con una de esas coreografías de gimnasia artística. Hasta que sube un desgraciado con una mochila más grande que su propio cuerpo, y termina empujándome sobre la pasajera que estaba intentando recuperar lo que quedaba de su sueño robado!
Quise ser uno de esos personajes oníricos y dar vida a su mochila para apuñalarlo cientos de veces hasta que aprenda a pedir permiso como un ser humano.

Permiso por favor!

Es muy injusto el hecho de tener que pagar el pasaje como todos y tener que viajar parada como algunos, o mejor dicho como "algunas", porque últimamente son los hombres que sufren las secuelas del embarazo, las várices, los dolores mestruales, las discapacidades del sexo débil, entre otras cuestiones que ahora me hacen dudar de mi identidad de mujer (aunque parezca niña). por que son Ellos los que se "valen" de esas excusas que antes nos correspondían a NOSOTRAS.
La mayoría de ellos son tan reducidos mentales que en realidad están incapacitados cultural, educacional y moralmente para ceder el asiento a una mujer.
Una buena puteada a todo color a tempranas horas de la mañana no les vendría nada mal para que aprendan a recuperar esos valores casi extintos, y levanten sus terroríficos traseros del asiento que me corresponde.

Necesidad que mata.

Creo que pasé más tiempo de mi vida con el trasero pegado al asiento de un colectivo que con los pies en la tierra.
Creo que debería haber una organización de "Víctimas de Colectivos y Colectiveros", "Pasajeros Anónimos", "Anti Peajeros", "Anti Molinete", "Pro Aire Acondicionado para los Bondis", entre otras asociaciones.
Una Cooperativa para solventarnos el pasaje.
Es triste, muy triste.

Juro que...

La próxima vez que un hombre se me acerque y me diga:
Vos estás alláaaaa arriba para mi, a lado de una estrella, y brillás mucho más que ellas, sos lo más... (al mismo tiempo me imagino al mismo hombre, años después, con barriga, barbudo y despeinado o semi pelado sentado en un sofá gritandome: dejá de joder enana chota y anda plancháte la bombacha o traéme una cervecita que hoy tuve un dia del ort...)
Te prometo por cualquier cosa que agarro una botella rota y le clavo en la yugular
En honor a mi salud mental que fenece dia tras dia o en defensa propia del macho chanta.
Se va quedar todo y chorreado el piso, te cuento.