martes, 23 de febrero de 2010

Perdonen que haya desaparecido del mundo bloggerístico, pero necesitaba un descanso. Un descanso mental de ciertas aspectos, entre ellos este ñembo blog, un descanso de escribir, y también de leer. Un descanso para centrarme en mis responsabilidades, de disfrutar de mí y de ustedes Gracias por el apoyo (?)


Como relataría mi admirado Murakami la historia de este mes que fue compleja: "Nada es fácil o simple. un día podemos abrir una puerta y encontrarnos en un mundo desconocido, podemos descubrir nuestra capacidad para atravesar muros" Pero lo que empezó torcido, creo que ha terminado satisfactoriamente. Al menos, me siento moderadamente satisfecho.


Este descanso también me ha permitido volver a las sensaciones de antes, de ver con otra perspectiva las cosas, de valorar lo conseguido y tomar impulso para continuar. Este post es más bien para tocar un tema que es, no sé si preocupante, pero para mí es importante. Me refiero a la prensa, a nuestra prensa, y a su vergonzosa labor acentuada últimamente, (me refiero especial y específicamente a la prensa escrita)



Me parece que no es suficiente plantearse el asunto de la libertad de expresión como el centro de la responsabilidad y de la calidad del trabajo periodístico (hace mas de 20 años que ya se acabó la dictadura, la censura y todas esas trabas/excusas), creo mas bien que es INDISPENSABLE considerar el derecho a la información, que implica el derecho de informar pero también el de ser informado objetivamente, dentro del marco de la ley y del respeto a los seres humanos.




En los últimos años, la apertura política creció, los medios de comunicación social dieron muestras de un ejercicio más profesional y con mayores libertades políticas, especialmente la televisión y la radio, a través de sus espacios de discusión en donde tocaron muchos temas que son de trascendencia nacional al debate público.


Sin embargo, existen algunas informaciones cuyo contenido y enfoques nos llevan a la reflexión sobre el papel del periodismo en la sociedad, mas específicamente sobre los límites al derecho de informar y sobre quién debería controlar a los medios de comunicación social, para que funcionen "como deben" en una democracia moderna.

Personalmente no considero a los medios de comunicación social como entidades omnipotentes, capaces de cambiar opiniones o comportamientos de las personas mecánicamente (muchos dicen que sí), pero creo que actualmente los medios son parte de la cultura de una sociedad, que son capaces de determinar los temas y los límites de discusión en la sociedad que disponen del poder necesario para favorecer ( o dañar...) el bien común y procurar el respeto tanto de los derechos de cada uno como de los derechos del pueblo.

Y es cuando me encuentro en el periódico con noticias como esta, esta, o esta entro en corto, y entro feo luego porque me doy cuenta que esas noticias son los trendings topics de nuestra
sociedad promedio, de la clase media u obrera, como quieran decirle.


O sea, tan poca conciencia social tienen los directores de los diarios, editores, red-actores y perio-distas ahora que con la excusa de la libertad de expresión vienen y nos inundan de noticias amarillistas publicando pelotudeces sobre cualquier animal con ropa? o peor aun, se atribuyan facultades omnipotentes al decir cualquier cosa sobre cualquier persona, grupo, tribu urbana o institución, sin importarles que en varios casos se destroza la vida de personas inocentes, se maneja injustamente el trabajo o la imagen de algún grupo, comunidad o institución o se somete a psicosis colectiva a la población con imágenes y/o noticias amarillistas o que especulan?

La práctica periodística no puede estar exenta de las normas legales y cada uno de nosotros tiene el derecho universal a que se nos informe profesionalmente con apego a la verdad y de acuerdo con las necesidades informativas de toda la población; no sólo a las necesidades de los empresarios de la información.


No sé, yo mientras tanto prefiero seguir confiando en la seriedad de los social media :)