jueves, 12 de julio de 2012

De la identidad y la cultura

Estos últimos años estoy viendo muchos comerciales de marcas nacionales e internacionales que hacen alusión a "Lo que es NUESTRO", tantos comerciales que se volvió una tendencia, así como también se volvió una tendencia leer comentarios como: -Me dio piri (piel de gallina) esa "propaganda" en las Redes Sociales y en la calle.

Cuando era una nena (no significa que ahora sea un nene), te hablo de 15 años atrás, escuché que mi papá (ya otra vez él) comentó que le llamaba la atención y le ponía muy contento ver que las personas volvían a salir a sus veredas a compartir el tereré... que antes era "pelada" hacer eso, porque se los había inculcado que la nuestras costumbres eran mundanas, primitivas y tercermundistas.

Era pelada hablar en guaraní, y a muchas personas les parece vulgar hablar en jopará.

Lastimosamente existe gente que aún piensa de esa manera y para el colmo, luego de hacer comentarios despectivos sobre uno de los idiomas más interesantes que quedan en el planeta, los empresarios le dan un espacio en un medio de comunicación (este es otro plagueo).

También me enerva que forme parte de la "idiosincracia", que todo tiene que ser "culos y tetas" para que sea "vendible". Ya suficiente dinero ingresa a nuestro país con el comercio de la carne, como para tratar de "carnaza" a nuestras mujeres.

Tanto se pudo de moda nuestra cultura, que hasta decoran los termos, hacen carteras con nuestra artesanía, nuestras ropas y bordados recorren el mundo e incluso las ropas interiores. Tuve el privilegio de ver cuando entregaban un premio (de los tantos) a una agencia que se jugó por hacer un hermoso comercial en guaraní.

Las cafeterías usan silla cable,y se arriesgan con nuestra gastronomía, se ponen de moda las alcancías de barro decoradas de diferentes maneras, imágenes de nuestra cultura son pintadas por jóvenes en las paredes de los edificios viejos y hasta las misses leyeron "Yo El Supremo" de Augusto Roa Bastos (JA!).

Dicen que Paul McCartney quiso una camisa de Ao Po'i.
Los extranjeros se dejan hipnotizar por los hilos del Ñandutí.

E incluso me enamoré de una campaña en Pinterest, de una gaseosa que promueve lo único de que nos identifica, lo que nos da identidad, con hermosos gráficos y hasta un video de 20 minutos que te deja feliz. 

Espero que esta moda se extienda a lo más profundo de nuestra conciencia y comencemos a respetar lo que también es nuestro... los derechos los indígenas, de los que no tienen oportunidades de trabajo, los que no pueden acceder a tierras para cultivar.
Que respeten el derecho de los trabajadores, de los niños, de las mujeres.
Que cuiden nuestros recursos hídricos, porque es lo más importante que tenemos, junto con nuestros árboles que nos dan sombra en los veranos y purifican nuestro aire.
Que se mastique bien el significado del derecho a la libre expresión y la tolerancia.

Que no sea una simple moda o una linda campaña publicitaria.
Que sea todo en nosotros. 





Este post no está patrocinado por ninguna marca. 

miércoles, 4 de julio de 2012

De los prejuicios que matan

No es la primera vez que mantengo una discusión con mi papá por diferencias ideológicas.

Desde que ingresé a la Facultad de Filosofía UNA, su actitud cambió conmigo, se volvió mucho más intolerante con las opiniones que salían de mi boca.

Si bien la facultad me sirvió para muchas cosas, como para hacer teatro y recorrer varias ciudades con obras que planteaban una crítica a la sociedad, o formar parte de un movimiento INDEPENDIENTE y luego ser electa representante de la carrera de Ciencias de la Comunicación, y conocer las falencias de un sistema universitario que cae a pedazos al igual que el techo que lo cubre. Me sirvió también para salir a las calles a manifestarme por el recorte del presupuesto a la Universidad Nacional, entre otras cosas.

Mi carrera me ayudó a tener una actitud crítica ante todo, a no casarme con la primera versión, y en lo posible a corroborar antes de emitir un juicio. Cuestión que se ve opacada en varias ocasiones, por mi actitud impulsiva y apasionada, cosa que me llevó a alejarme del ambiente político hasta el día de hoy.
Eso no me impide actualizarme constantemente sobre lo que está ocurriendo en el país, sea en el ámbito que sea.

Cuando mamá enfermó de cáncer, recuerdo que salí en varios canales de televisión pidiendo aportes para continuar con su tratamiento, además de aprovechar el espacio para pedir a las autoridades que aprueben un presupuesto para adquirir vacunas que prevengan a las mujeres de un tipo de cáncer de cuello uterino.

Como comunicadora, defiendo la importancia de los medios de comunicación para la construcción de opiniones y la búsqueda de soluciones entre los ciudadanos. Cada vez que doy clases, insto a mis alumnos a que aprovechen las Redes Sociales, para hacer críticas, emitir opiniones y hacer denuncias, cuando es necesario.

Si todo eso me hace guerrillera militante del EPP, no sé en qué mundo estamos.

Una vez más se me trató de "contrera" y "comunista" en mi propia casa, bajo el argumento de que estudio en la Facultad de Filosofía y que todo el mundo sabe lo que ocurre en esa Facultad. Quién es "todo el mundo"? "Todo el mundo" va todos los días a esa Facultad? Lo dudo.

Una vez más se me trató de "contrera" y "comunista" por pensar diferente. Por emitir mis propias opiniones, generadas a partir de lo que vivo día a día, de lo que veo en la calle, de lo que leo en los medios que tienen una línea editorial particular y los medios alternativos como lo son las Redes Sociales.

Si llamar la atención a las personas que utilizan el término "mongólico" (encima mal pronunciado) e "indio" o "indígena" con la intención de insultar, me hace "Socialista", no sé en qué mundo estamos.

Si tildar a Federico Franco de inútil, porque sinceramente nunca ví que haya sido más que un florero, antes, durante y después de su vicepresidencia, me hace "Comunista", no sé en qué mundo estamos.

Si reclamar mis derechos me hace "Sindicalista", no sé en qué mundo estamos.

Si manifestarme en contra de lo que sucedió en el congreso hace semanas atrás, me hace LUIGUSTA-SOCIAL-COMUNISTA PARTIDARIA DE LAS FARC no sé en qué planeta estamos viviendo.

Si utilizar el término Comunista sirve para dennotar, también se utilizan los términos : Oviedista, Imperialista,  Nicanorista, Golpista, Stronista, Llanista, Nacifascista, Cartista, Colorete y Patriaqueridista para referirnos a lo mismo.

Nuestros medios de comunicación se basan en este comportamiento, en el prejuicio y en la tergiversación de los acontecimientos. Y eso se repite en cada uno de nosotros.

La sociedad no está acostumbrada a lidiar con las opiniones de los demás, y todo eso se lo debemos a décadas de censura y represión.

Me pone triste que en mi propio hogar reine esa intolerancia ideológica, cuando el hogar es el fiel reflejo de la sociedad.

Me pone triste que en mi propio hogar, el simple hecho de pensar diferente sirve para desacreditar la opinión propia.

Deberíamos hacer una autocrítica, empezando por nosotros mismos, trasladarlo a nuestras familias, y luego llevarlo a la sociedad, porque creo que con nuestras diferencias podemos construir una nueva sociedad.

Dejemos de encerrarnos en nuestra realidad que no es más que una maldita ficción, generada por unos cuantos. Derribemos las murrallas que nos impiden crecer como personas.

Que las murallas dejen de separar y sus ladrillos sirvan para construir puentes.

Voy a empezar conmigo misma, y desde hoy voy a dar el ejemplo. 

Ser diferentes nos hace únicos y grandes.
Ser diferentes no está mal.
Al final terminamos viviendo en un mismo país, nuestros hijos van a la misma escuela y vivimos en una misma casa.