lunes, 2 de agosto de 2010

Alfajor




Señores... he engordado.
Pensaba que la culpa la tenía el cigarrillo porque al caminar sentía que me faltaba el aire, hasta que el día de hoy, un amigo me dijo: "Tite, en la foto salís hinchada", a lo que le respondí: "Estoy gorda".

Desde que tengo memoria, bueno, con la memoria no soy buena, mejor dicho "desde que tengo uso de razón", la edad del pavo no me dió por ser caprichosa, si no por acomplejada, me acomplejaba hasta el fondo del alma ser flaca. Flaca, flaca sin gracia, de corta estatura y flaca.

Recuerdo que las personas me preguntaban: Vos comés bien, almorzaste hoy?, tomás vitaminas? y quien sabe cuántas pelotudeces de vecina chismosa me preguntaban tal vez con la intención de averiguar si en mi casa se comía, si mis padres no me hacían pasar hambre, si era anoréxica y cosas así, aunque en realidad me causaban un daño inmenso, tremendo y en algunas ocasiones creí que sería irreparable.

Al menos una vez por semana llegaba a casa con los ojos hinchados de tanto llorar porque quería subir de peso. Lo anhelaba desde el fondo de mi corazón. Mi mamá me consolaba, me decía: Tite... yo era así como vos, no te preocupes. Y yo le decía: No creo que la gente haya sido cruel contigo como es conmigo. Y esos episodios se repetían semana tras semana, año tras año.

En un país como este, carnívoro, churero y carnicero... la carne es lo que importa, piernas, muslos, cadera, culos y tetas por doquier es lo que exige la sociedad masculina, y fui víctima, si, una más del montón.

Recuerdo a algunos compañeros en el colegio que me decían, aún no entiendo con qué patética intención: Tenés una cara hermosa, pero tenés que ser un poco más gordita... así nadie te va a querer como novia... Y yo, pelotuda a la enésima potencia, les creía... a cada uno de ellos...

Las más lindas del colegio en aquel momento me parecían tapa de Popular y Crónica, dignas de ser colgadas en una gomería, pero a los hombres se les caía la baba. El día de hoy aquellas gacelas me parecen elefantas, vacas, rinocerontes y ballenas porque el metabolismo se les detuvo hace años y no pudieron soltar la empanada, la croqueta y la butifarra. A mi también se me detuvo el metabolismo, y me dí cuenta de eso HOY.

Si, estoy subiendo de peso, y estoy agradecida, una talla más en el pantalón no me asusta, al contrario, ya no voy a sentir los huesos de mi trasero cuando viajo en el colectivo, ya no voy a congelarme de frío por falta de grasa corporal, y mi novio va a sentir que abraza a un peluche y no un cuaderno de 20 hojas.

Me hubiera gustado engordar un poquito más arriba, dos tallas tal vez en el sostén, pero el milagro no se dio.

A mis compañeros de colegio que me hicieron sentir mal por delgada les digo: Tienen el peor gusto del universo y la naturaleza les cobró hace años lo que se exedieron con la cebada, yo no les daría pelota jamás en la vida, no porque la entrada que tenían hace años ahora ya es una pelada, si no por ser tan mediocres, retrógrados y considerar a las mujeres como un asado de fin de semana. Novios no me faltaron y no me falta. Y la autoestima la tengo bien alta.

A todas la mujeres les digo... bellezas, no se acomplejen por el peso, asegúrense de tener primero algo en el cerebro.

Mientras tanto voy a buscar donde guardar este bultito en verano... igual, no me estreso. En nombre de todas me trago un alfajor.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

\o/

Oscar Oviedo Monzón dijo...

Sencillamente magnífico.
Lastimosamente las personas, en su mayoría hombres, consideran a la otra persona atractiva cuanto mas "carne" tenga, mas si es en los pechos o en los gluteos (pero tampoco puedo tirar la piedra por no haber cometido ese pecado).
Pero mas alla de todo, toda mujer tiene sus encantos, tal vez no las que exigen los "machos" contemporaneos (donde las hormonas reinan), pero siempre hay gente a las que una cara bonita, el intelecto a flor de piel, la simpatía, el gusto por los alfajores (prefiero pastafrolas :P), o simplemente ser vos, sin necesidad de cambiar nada, le dilata la pupila a cualquiera.
Felicidades por este post, y que sigan los exitos.

Jazmín Ruiz Díaz dijo...

JAJAJA Aparte de que cada vez escribís mejor y me mato tanto de la risa cuando te leo como cuando charlo contigo, esta vez has hablado con verdad. Yo podría contar la misma historia a la inversa. Tuve que bajar 15 kilos para darme cuenta de que el peso en realidad no tiene nada que ver con la belleza,con el quererse a una misma ni con el que te quieran (o no). Y como decís, la gente que te hace sentir como la mierda es la gente que se siente más mierda consigo misma, y necesita hundirte para salir del barro. Por eso digo: no hay nada peor que la gente insegura... Genia!

Ann Lee dijo...

Genia total... yo tambien pasé por eso.. me decian "trapito de mago: nada por aqui nada por alla.." terrible, nadie me queria y tambien queria engordaaaar!!!
Claro hoy tengo muslos, pantorrillas y tobillos jaja.. y recuerdo a mis amigos que me decian: "cuando tengas 40 vas a ser un mujerón, con todo en su lugar, eso es mucho mejor".

Todo bien, subi de peso, aumentó mi volumen, pero lo cierto es q llegados los 30 hay que ayudar al cuerpo... Hoy empecé a entrenar justamente!

Tu post, genial! Al pelo, en el momento justo! Gracias!

toflaqui dijo...

Sublime, Anita. Nadie niega que la primera atracción entra por los ojos, pero a medida que pase el tiempo una niña sin cerebro ni tema de conversación es fácilmente desechable. Majestuoso post, de pie para aplaudir (?) :D

Gab dijo...

Un cuaderno de 20 hojas... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! morí de la risa! Por otra parte sí, aunque mi perfil no sea nada parecido al tuyo, la moda de los cuerpos "renacentistas" sigue tan campante, pero ahora aparecen en versiones siliconadas onda Luciana Salazar, posiblemente salida de un accidente en el cual el cirujano confundió la prótesis de trasero y se la injertó en el pecho. Y sí... si no me quiero a mí misma, ¿quién me va a querer a mí?

Noe dijo...

AMÉ ESTO!! Buenísimo.. gordita pero feliz y con materia gris antes que escultural pero hueca.. =)

kaissapy dijo...

\O/ FTW!!!

Buenisimooooooooo! :D

Samuel Giubi dijo...

JAJAJAJA!

Por favor!, ME ENCANTÓ el post, sencillamente genial :D

Go girl!, me encantó tu actitud!, y ojalá muchos/as puedan ser parte de esta lectura.

Y, estoy seguro que siempre fuiste un peluche y nunca un cuaderno de 20 hojas, tonta jajaja.

Saludos!.

Guille Nuñez dijo...

Jajajaja que anecdota mas simpatica.. a mi me pasa lo mismo.. version Masculina.. y creeme.. es mas dificil ser un hombre muy delgado que una mujer muy delgada.. pero como decis.. va a llegar el momento en que mi metabolismo diga.. hasta aqui.. =D

Un abrazo.. lindo blog =D