lunes, 19 de septiembre de 2011

De ilusionistas y rompecorazones

Si hay una historia que no se menciona tanto, pero que ocasiona miles de millones de víctimas al año, es la del "Ilusionista" que luego se convierte en un "Rompecorazones".

Me refiero a la historia, en la que una mujer conoce a un hombre, de la gran pu.. divino, inteligente, caballero, sensible y divertido. Este hombre en cuestión mueve el tapete de la dama, no la deja dormir y hace que sus glándulas sudoríparas funcionen como la Reserva del Acuífero Guaraní.

Este hombre se hace amigo y confidente de la dama, le confía sus cosas personales, van al cine juntos, salen a farrear y de vez en cuando se reúnen para ver cine independiente en la casa de ella un fin de semana. Siempre bajo el contrato social de la categoría "Mejores Amiwis".

Ella sin darse cuenta hace rato se enganchó mal con el tipo, y el tipo, los viernes de noche le dice: Dónde estás?, y los sábados de noche: Qué hacemos hoy? y los domingos de tarde: Qué vemos hoy? y los lunes a primera hora: Qué hacés?. Y así como bola sin manija le tiene angá a la amiga.

Ella ya se compró un aparato para medirse la presión y un inhalador porque cada vez que el tipo aparece su vida se acelera y le falta la respiración.
El tipo se ausenta unos días y ella dice: Voy a aprovechar para olvidarme de él...
Pero qué hace el tipo... eh?: Le escribe millones de mensajes a través del puto BBchat para decirle:
Cómo quiero que estés acá conmigo...
Al toque se le cae la bombacha, y cada vez que recibe esos mensajes se repite la acción reiteradas veces con la ropa interior!!

Hasta que un día el tipo la invita a salir a cenar, y le dice: Hay algo que quiero contarte...
Se veía venir la mejor historia de su vida.
El muy imbécil le cuenta que está enamorado de otra... pero que la otra NI SOSPECHA que él existe.
Y le pide consejos a su amiga, y ella le aconseja otra vez. Y al tipo jamás le dio bola la otra.
Díganme que esto es una joda.

Y que por favor algún día el tipo se de cuenta que su alma gemela sale con él todos los fines de semana, que tienen los mismo gustos, y que por si se le olvidó... él quería tenerla presente en un atardecer al otro lado del mundo.

Que alguien le someta a una sesión de electroshock para que se deje de ilusionar con gente que ni conoce y deje de ilusionar a la mujer que conoce bien.

Lo bueno de esto, es que la mujer saldrá del trance luego de un tiempo, para darse cuenta que peces sobran en el mar. Solo es cuestión de saber qué tipos de pescados ya no le gustan más.





5 comentarios:

Lilia María dijo...

No podía ser más cierto!! La bronca que da, que alguien del sexo masculino dé razones coherentes para explicar: ¿qué necesidad tienen de hacer esto? Bien ahí con el tema, Tite. Un abrazo.

Analice Vera dijo...

Cuando quieras Lilia! :D

mito vera mercado dijo...

En parte, tenemos culpa quienes nos acercamos a una mujer sin decirles nuestras intenciones, y por otra parte, las señoras que piensan con el corazón, o alguna otra parte del cuepo, cuando se acerca el susodicho ilusionista. La pregunta es... Ilusionamos, o se ilusionan? Digno temapara un referendum. Pero solo para personas cerebrales!

taks dijo...

creo que una o dos veces las mujeres tenemos permiso de ilusionarnos... después ya pecamos de boludas si no tomamos con cautela toda la "pseudo-especulación eterna que termina en amistad"
hay que disfrutar nomás el momento.
qué gusto tite que andás escribiendo seguido :) da gusto leerte!

Analice Vera dijo...

Gracias por la buena onda!