sábado, 24 de enero de 2009

Rayos Láser.

Todavía no llego a entender esa capacidad paraguaya para acumular mediocirdad y prepotencia en un mismo ciudadano. no entiendo esa capacidad de transitar por las calles ensuciando con sus basuras y su inutilidad cretina, manchando el paisaje de estupidez, contaminando el aire y contagiando a más ciudadanos de su patetismo.
Me encontraba en una rutinaria mañana laboral, recibiendo y oredenando papeles de enfermería, hasta que se aproxima a mi cuchitril (oficina) una señora bastante mayor que aparentaba una extrema amabilidad (muy escasa en estos tiempos).
- Buenos días señorita, qué tal?
- Buenos días señora, muy bien, gracias, en qué le puedo ayudar? (y terminaba mi frase con una sonrisa de oreja a oreja, como si estuviera por vender un costoso auto y me aguardaba una jugosa comisión)
- Vengo a visitarle a mi sobrina, que trabaja acá.
-No hay problema señora, me dice cómo se llama su sobrina y yo la llamo para que venga junto a usted si?
-No, yo nomás voy a pasar junto a ella.
-No señora (conservando la postura), no se puede pasar al lugar de trabajo, está prohibido, pero si usted me dice su nombre yo la llamo para que venga junto a usted.
- Pero yo le quiero ver a mi sobrina...
(mi rostro comenzaba a descomponerse, y mi amabilidad comenzaba a decaer como la bolsa del wall street)
-Y nadie le dice que no la va a ver, yo la voy a llamar, pero necesito saber el nombre de su sobrina...
-Pero no me dejás pasar junto a ella (y mi rostro comenzó a mutar como un X-Men haciendo poderes para derrotar a un poderoso enemigo).
-Porque no puede pasar junto a ella señora, son órdenes superiores que todos debemos respetar, además ella puede venir alegremente junto a usted, ella camina normalmente.
-No entiendo porqué no me dejan verle a mi sobrina...
-Yo no entiendo señora cómo es que usted no entiende lo que le estoy diciendo, usted me dice que la quiere ver, y yo le digo que no hay problema, pero no me quiere decir el nombre de su sobrina.
-Ustedes los funcionarios de este hospital son unos mal educados.
-Mire señora, las visitas son para los pacientes que están internados, y no para los funcionarios, pero si una persona viene junto a algún funcionario, nosotros no tenemos ningún problema en anunciarle. Es usted quien tiene problemas, porque no es capaz de decirme el nombre de su sobrina. Además, si usted ingresa junto a ella y una autoridad se llega a enterar que desobedecí una orden, ella y yo tendremos problemas.
-Y no les voy a decir nada porque son unos mal educados.
-Pues qué bien, ya puede retirarse.
En eso llega mi jefa y se da cuenta d que no estaba realizando alguna rutina. Se acerca a la señora y le dice:
-Buen día señora, en qué le puedo ayudar?
-Buen día, vengo junto a mi sobrina.
-Me dice el nombre, así la voy a buscar?
Y la muy infeliz le dijo el nombre, el apellido, y quién sabe cuántos datos más, ya no pude escuchar nada, la estaba fulminando con mi vista de rayos láser.
Si, mal educada. Y su extrema amabilidad que se la meta dónde prefiera.

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